"Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman."
miércoles, 20 de julio de 2016
Nada
Navego entre la bruma.
Navego, por decir algo;
ni veo mi cordura
ni me parece que la esté buscando.
Todo lo que veo es nada.
En nada me hundo y en nada nado,
y aun cuando me hundo nada veo.
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