miércoles, 11 de diciembre de 2019

Hace tiempo deseé morir
preso de mí mismo, cuidadoso cuervo.
Hace tiempo en verdad morí
desde entonces vive otro ocupando mi cuerpo.

...

Sí, te encontré muerto
pero te alcé con manos cálidas y tu pecho reaccionó.
Aún quedaba llama
el sol que llevas dentro nunca se rindió.

Ahora, ha pasado el tiempo,
y aprendí a sonreír aun henchido de dolor.
Ahora ha pasado el tiempo,
tuve que morir para ser alguien mejor.

jueves, 30 de mayo de 2019

Todo porque ya no estás

Allá a lo lejos,
en las verdes praderas,
existía una casa
a la que yo llamaba hogar.

Ahora la hierba se ha secado,
ya no pasa el viento,
todo,
todo porque ya no estás.

Si busco los caminos,
para aquella casa regresar,
descubriré que unos pies los han borrado,
todo porque ya no estás.

Si busco los pies
que esos caminos quisieron borrar,
descubriré que fueron los míos,
todo, todo porque ya no estás.

Si alguna vez busco aquella casa,
porque un sueño todos llegamos a necesitar,
descubriré que aquella casa ya no existe
y todo,
todo,
todo porque ya no estás.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

El faro

Sus cimientos ya no tienen miedo.
No tiemblan cuando ven mi cuerpo:
mis ojos, justicia de Lorenzo,
mis manos, olas de fuego entre barcos.
Están acostumbrados.

Demasiadas veces cabalgue la furia,
en vano, hasta su puerta,
demasiadas veces arremetí sin fuerza,
grité sin voz,
descoloqué tan solo un cuadro.
(Los he acostumbrado.)

Hoy te visito por última vez.
A ti, que te construí conmigo mismo;
allí mi sangre, aquí mis huesos...
Te miro, con la tristeza de un adiós postergado,
miran, los ojos de un derrotado
a los de un vencido,
y habla en esa mirada en esa mirada el silencio por los dos.

Será rápido, susurro, y apago su luz.

Aún cuando me marcho
me mira aquel cuadro, torcido,
y esos ojos verdes, de niño,
esta última vez callaron...
y fue el silencio quien dijo adiós.

lunes, 8 de mayo de 2017

Como siempre, la noche.
Como siempre, el silencio, la duda,
el miedo.
El lápiz, quizás, esa puerta entreabierta
al arrepentimiento y al olvido.
Ya nada es real, todos los días son idénticos.
Todo vuelve, se repite.

Este ánimo vacío, nihilista, atenaza.
Me aprisiona, me miente y me dice la verdad.
¿Qué parte de mí es la que habla?

¿Qué hago los días que no quiero estar contigo?
¿Valen más que los que sí quiero?
¿De dónde vienen pensamientos tan distintos?
¿Qué es lo que hace cambiar?
... ¿Qué cambia?

Soy algo distinto cada día.
No creo que mejor o peor,
sin embargo, irremediablemente,
lo pienso.

Esta inútil queja
por un hoy que no termina nunca,
por ese mañana que no llega jamás.

martes, 4 de abril de 2017

Es una costumbre,
es algo aprendido,
alzar la vista al tiempo.

Mañana, y mañana, y mañana...

Se ve cielo azul en su reflejo.
Nada me pesa; hoy vuelo.
Me asomo a la ventana, 
veo el buen azul,
las nubes pluriformes...
El día me sonríe
y yo me dejo hundir en su boca.

Mañana, y mañana, y mañana...

Parece que va a llover.
Promete la tierra convertirse en barro,
temen mis pies caminar por él.
Me asomo a la ventana,
veo un buen azul,
las nubles pluriformes...
Me quedo mirando al día,
pienso:
<Con esto me basta> 

Mañana, mañana...

Parece que va a llover.
Quiere el río beber de ese agua,
teme mi calor que anegue mi piel.
Me asomo a la ventana,
casi con los mismos ojos
con los que lo hice ayer,
y veo un buen azul,
las nubes con sus múltiples formas...
Me quedo mirando al día,
pero pienso:
<hoy no es suficiente>

Será, que yace mi cuerpo helado bajo el río.
Será que es esto barro lo que pisan mis pies.

lunes, 12 de diciembre de 2016

No. No quiero necesitarte.
No te necesito. No...
Si te vas
desaprendería otra vez a respirar
hasta llenarme los pulmones;
a mirar
con los ojos de la tierra el paso del tiempo.
Olvidaría el olor de todas las flores
y la vida seguiría. Es cierto.
Pero tal vez, tal vez...
Quiera saber a qué huelen todas las flores.
Tal vez quiera ver nacer árboles
o cómo esculpe a las rocas el viento.

Si te vas...
Vete.
No. No te necesito.
No quiero necesitarte.
Pero es tanto lo que me has enseñado.
Cómo cerrar los ojos ahora que están abiertos.
Cómo devolver los sueños en los que te estoy besando.
Es cierto. No. No quiero necesitarte.
Pero tal vez lo hago.

Hace horas que el sol se ha puesto.
Es tarde ya para el olvido.
Y en mi silencio, en mi silencio
tiemblan los latidos de los ruiseñores.
Porque no. No te necesito.
No quiero necesitarte.
Y he dicho algo que no debo.


lunes, 17 de octubre de 2016

Lira

No me des tus ojos,
no me des tus ojos,
su color turquesa, su color negro,
su iris
lleno de sueños:
pozo en el que se baña mi alma.
No es real lo que enseñan.
Mundo
que sólo ven ellos:
pozo que llenan con su alma,
baño en que se ahogan sus sueños.

No me des tus ojos,
que ven dolor en la alegría
y alegría en el dolor;
horror en la belleza
y belleza en el horror.
Repito
no me des tus ojos,
porque todo lo que enseñan,
todo eso
sólo lo veo yo.