jueves, 19 de junio de 2014

Polvo y pasado

No enmudecerá la lira por mí,
ahora que ya no existo.
No cantarán los gorriones en abril,
ni yo seré capaz de oírlos.
No me acariciará de nuevo la marea,
ni hundiré mis pies en su rocío.
Qué habrá sido de ti mi dulcinea,
ahora que yo no existo.
Quién oirá cantar a los gorriones en abril,
ahora que no puedo oírlos.
Quién helará su alma en el rocío,
ahora que ya no existo.
Dime quién recordará mi nombre,
que la única muerte verdadera…
es el olvido.

martes, 17 de junio de 2014

Escombros

En ocasiones olvidada por mi capacidad de amar,
te evoco con el resentimiento de lo no correspondido,
recordando afligido,
las veces que me prometiste estar,
restando importancia,
a las que has estado.
Es una actitud ingrata.
Es lo que estuve dispuesto a hacer.
Lo que ya no tan dispuesto.

Sobre quién eres tú,
hay veces que no lo sé.

(¿Será que has cambiado?
         No.
           Yo no te veo igual.)
La estatua al dios pasado
fue derruida por martillos carentes de fe.

Entonces,
en ocasiones,
escombros me sonríen,
y su sonrisa se convierte en la pena que tiñe
de oscuro
el verde de mis ojos.