miércoles, 15 de abril de 2015

Es Oviedo

Son malos tiempos.
Una nueva enfermedad se propaga,
la lleva el viento,
la respiran tus pulmones,
pero son los pulmones más jóvenes los más diezmados.
  (Este más lleva acento, ¿no?
               ¿O era tilde?)
La ignorancia encuentra pocos muros
y cada vez caen de estos más libros.

Algunas madres lloran cuando la boca
desdentada de su hijo les hace sangre al mamar,
así como Vetusta llora cuando sus nuevos hijos
la mancillan, la muerden, la menosprecian.
Monosílabos inundan los diálogos
mientras la ciudad ahoga un "socorro" en modo de protesta.
Mas como madre quiere a sus hijos por encima de sí misma,
y contempla a los ociosos de nada saciar su vicio...
Noche, tarde, mañana.

La vergüenza será borrada si cae en su rostro la lluvia alguna vez.
Es Oviedo, lloverá.