lunes, 12 de diciembre de 2016

No. No quiero necesitarte.
No te necesito. No...
Si te vas
desaprendería otra vez a respirar
hasta llenarme los pulmones;
a mirar
con los ojos de la tierra el paso del tiempo.
Olvidaría el olor de todas las flores
y la vida seguiría. Es cierto.
Pero tal vez, tal vez...
Quiera saber a qué huelen todas las flores.
Tal vez quiera ver nacer árboles
o cómo esculpe a las rocas el viento.

Si te vas...
Vete.
No. No te necesito.
No quiero necesitarte.
Pero es tanto lo que me has enseñado.
Cómo cerrar los ojos ahora que están abiertos.
Cómo devolver los sueños en los que te estoy besando.
Es cierto. No. No quiero necesitarte.
Pero tal vez lo hago.

Hace horas que el sol se ha puesto.
Es tarde ya para el olvido.
Y en mi silencio, en mi silencio
tiemblan los latidos de los ruiseñores.
Porque no. No te necesito.
No quiero necesitarte.
Y he dicho algo que no debo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario