jueves, 13 de agosto de 2015

Reflexión primera

¿Y si una relación fuese un auténtico 50% de cada uno de los dos?
Me ha dado por pensar en todas aquellas veces que hemos creído "¡La he encontrado! ¡Por fin! A esa persona tan especial, a la que quiero tantísimo y que sé que es el amor de mi vida..." Y a la vez en todas esas veces en las que la mayoría de la gente nos equivocábamos al pensar eso.
Pasaba algo, un error, una situación incontrolable; lo que fuera, y perdíamos a esa persona especial.
Entonces nos aferrábamos a ella porque era esa persona tan única para nosotros, tan necesaria en nuestros planes futuros incluso, porque no dejaba de ser parte de nuestro "destino".
¿Pero y si no era así? Y si en realidad, en una relación solo tienes que preocuparte de hacer bien tu 50%, querer a esa persona, apoyarla, ser atento con ella, ayudarla... Dar a veces un pequeño porcentaje más de ti cuando ella no puede, porque le ha caído un meteorito encima del coche o el motivo que sea. ¿Y si todas esas relaciones han acabado mal por un sobre esfuerzo que hacía al final incontrolable esa situación que deseábamos que estuviese controlada? ¿Y si en ese afán hacíamos más de "nuestra parte" y por eso se estropeaba todo?
Es posible, y solo posible, que en realidad nada de eso tenga que ser así. Que simplemente tengas que limitarte a hacer tu parte, como dije antes, ayudarla, estar ahí, querer a esa persona; y que ella haga lo mismo, sin excesos, pero sin carencias. ¿Que ella no hace su 50% y todo se va al garete? Bueno, tu has hecho lo que tenías que hacer, seguramente después de todo esa no era tu persona especial. Pienso que hay demasiadas personas en el mundo como para morirnos casi literalmente en el intento por mantener a alguien que no nos quiere, que no hace su 50%. Quizás deberíamos empezar a vivir más con el amor y no a vivir dependiendo de él.

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